Para empezar, consideramos oportuno definir qué es un TCA y qué significa haber sufrido ASI. Mediante este artículo nos gustaría poder dar una explicación sobre el alto porcentaje de personas que han sido sexualmente abusadas durante su infancia y que tienen mayor probabilidad de desarrollar un TCA y, más concretamente, bulimia nerviosa.
Definición de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA):
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales o DSM-5, por sus siglas en inglés (APA, 2013), estos “se caracterizan por una alteración persistente en la alimentación, o en el comportamiento relacionado con la alimentación, que llevan a una alteración en el consumo o en la absorción de los alimentos y que causa un deterioro significativo de la salud física o del funcionamiento psicosocial”.
Definición de Abuso Sexual Infantil (ASI):
Según estudios realizados, el ASI afecta al 20% de la población, de los cuales el 44% no se limita a un caso aislado (OMS, 2020). Además, es importante saber diferenciar el ASI de la violación y la agresión sexual, ya que muchas veces podemos confundir estos conceptos o mezclarlos entre sí.
El abuso sexual infantil o ASI se clasifica dentro del maltrato infantil e incluye actividades o interacciones sexuales entre un adulto y un/a persona menor. El ASI también incluye cualquier tipo de forma de contacto físico con o sin acceso carnal, y puede constar de: penetración vaginal, anal u oral, además de caricias, manipulación psicológica o chantaje.
¿Cómo pueden afectar los abusos sexuales infantiles (ASI) a las personas que los sufren?
Según la revisión bibliográfica realizada por Pereda (2009), existen múltiples consecuencias psicológicas de haber sufrido abuso sexual infantil, entre ellas: problemas emocionales, cognitivos, de relación (con las demás personas) y problemas de conducta (entre los que se incluyen los TCA), así como también trastornos de ansiedad, depresivos o incluso de abuso de sustancias.
Como hemos afirmado con anterioridad, la bulimia es el TCA más común, ya que existe un atracón previo. Cuando un atracón ocurre, suele ir relacionado con la pérdida de control y suele entenderse como un modo de compensación.
¿Por qué una persona que ha sufrido ASI suele desarrollar este tipo de trastorno alimentario?
Mambrú Tavarez (2009) comenta que los TCA en sí pueden tener una función de protección de hechos estresantes, cubriendo esta preocupación por la alimentación y el peso, “su lucha por controlar la comida es una manera de ignorar los efectos nocivos del abuso”.
Y, de hecho, Rodríguez, Y. et al. (2012), los TCA que más se dan en personas que han sufrido ASI son la bulimia nerviosa (se caracteriza por llevar a cabo una conducta compensatoria tras ingerir una cantidad excesiva de alimentos/calorías, ya sea mediante el vómito provocado o los laxantes) y el atracón (caracterizado por la ingesta excesiva de comida que suele ir relacionada con la pérdida de control), además de la obesidad, aunque esta no forma parte de los TCA propiamente.
Además, la misma autora afirma que existe un alto porcentaje de personas que han sido sexualmente abusadas durante su infancia y por ello tienen una mayor probabilidad de desarrollar un Trastorno de la Conducta Alimentaria, más concretamente, bulimia nerviosa.
Tal y como afirma Cowden (2020) la existencia de un abuso emocional puede resultar en que una persona pueda presentar problemas para expresar emociones y por ello tienda a alejarse de ellas en lugar de aprender a lidiar con ellas. Como consecuencia, el sujeto tiende a la impulsividad y por esta razón comer con ansiedad, atracarse o inclusive purgarse pueden entenderse como aquella forma en la que el sujeto afronta o escapa de aquellas emociones dolorosas. Al ver que así ellos mismos pueden alejarse del dolor producido por el hecho de haber sido abusados el comportamiento se refuerza y a la vez se perpetúa.
¿Qué puedo hacer si he sufrido ASI y creo que sufro un TCA?
El hecho de haber sufrido ASI y haber desarrollado un TCA puede tener muchos efectos negativos psicológicos en la persona. Este hecho puede imposibilitar que el sujeto pueda descubrir y poner nombre a las emociones que en ese momento siente, dificultando así la identificación de la raíz del problema alimentario que está sufriendo.
Teniendo en cuenta las consecuencias para la propia salud, es importante buscar un apoyo profesional adecuado, cuando una situación como esta sucede. Así como creemos que es importante que busques el apoyo de la familia y/o entorno social, ya que estos pueden reducir el impacto y las consecuencias negativas.
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Artículo escrito por el psicólogo Joaquim Almeda (vicepresidente de ÂngelBlau) y la psicóloga Berta Valentín (voluntaria en ÂngelBlau)
Bibliografía