La importancia de diferenciar entre pedofilia y pederastia
Este artículo girará en torno a un tema tabú, dentro de los tabúes: el incesto.
Para empezar, es necesario diferenciar entre los términos pedofilia y pederastia. Es muy importante tener clara la diferencia, puesto que esta es fundamental. En el caso de la pederastia, se llega a cometer un abuso o agresión sexual a un/a menor. En cambio, en el caso de la persona pedofilia, se siente una inclinación sexual hacia un/a niño/a, pero no implica haber cometido un delito.
Asimismo, una persona puede ser pederasta sin ser pedófila, y de la misma manera, un pedófilo no tiene por qué ser pederasta.
En general, en el imaginario colectivo, se tiende a pensar que, en la mayoría de casos de abuso sexual infantil (a partir de ahora ASI), el pederasta que comete los actos es un desconocido para el/la menor. En la realidad, esto no es así en un alto porcentaje; se estima que, aproximadamente, un 80% de los abusos y agresiones sexuales son cometidos dentro del círculo íntimo del/la menor, dónde paradójicamente debería estar más a salvo (Marco, 2018).
El incesto, un tema tabú
A continuación, nos vamos a centrar en el ASI intrafamiliar, o lo que es lo mismo, el incesto. Este está prohibido casi en todo el mundo, y hablar de ello es un tabú universal. La realidad es que se da más de lo que imaginamos. En concreto, el incesto padre-hija es el menos frecuente, pero es el que más consecuencias traumáticas suele tener en la familia, así como reproche social. El tipo de incesto más habitual es entre hermanos.
El incesto puede darse durante un largo periodo de tiempo, ahí es donde aumenta el peligro de que este se perpetúe, puesto que se da en el seno familiar y aunque es muy difícil determinar los casos de incesto que hay en la actualidad, se estima que es más frecuente lo de que se cree (Echeburua & Subijana, 2008).
El ASI intrafamiliar, puede darse sin que el adulto que abusa experimente una inclinación sexual hacia el/la niño/a, lo que nos llevará a hablar de las familias disfuncionales. Es fundamental no entender el ASI como una cuestión únicamente concerniente a la sexualidad del/de la agresor/a, sino que puede ser debido a un abuso de poder. Este se puede explicar por diferentes factores, como la asimetría fruto de la diferencia de edad, la cual a su vez determina muchas otras asimetrías: anatómica, en el desarrollo, en habilidades sociales, entre otras… Así pues, en el ASI intrafamiliar, se observan muchos casos de pederastas no pedófilos.
Familias disfuncionales
En cuanto a las familias disfuncionales, la familia disfuncional es aquella que no puede cubrir las necesidades básicas, como, por ejemplo, afectivas y/o psicológicas en su familia. En varios estudios se ha demostrado que las familias disfuncionales suponen un factor de riesgo que aumenta la probabilidad de que se dé un ASI intrafamiliar. Por ejemplo, estudios comparativos entre familias funcionales y disfuncionales, como el de Madonna, P. en 1991, o el de Howes, P. y colegas, en el año 2000, afirman que la mayoría de familias incestuosas son disfuncionales; al haber negligencia, poca disponibilidad emocional por parte de los padres, menor claridad en la definición de roles y, que, además, apoyan y mantienen las conductas incestuosas al tener un sistema de creencias rígido, entre otros factores.
La reacción de la familia ante el suceso
Finalmente, cuando se da ASI intrafamiliar, o incesto, otro de los problemas acaecidos es la reacción de la familia ante el suceso. Dependiendo de la familia, las reacciones pueden ser muy distintas:
- Negación del hecho ocurrido: se basa en rechazar la existencia de un suceso. Esto es debido a que el hecho es demasiado impactante para la persona, así que se niega que ha ocurrido para preservar la estabilidad psicológica.
- Culpabilización: creer que se podría haber prevenido si se hubiera hecho algo antes o bien creer que es culpa de uno/a mismo/a que el ASI haya ocurrido.
- Tabú: aunque el apoyo social y familiar es fundamental para superar una situación de ASI, si se tiene un sistema de creencias muy rígido, se seguirá manteniendo el secreto del ASI intrafamiliar por ser una conducta moralmente inaceptable por la sociedad. En algunas situaciones, se perpetuará la conducta de ASI en la familia con tal de no denunciar y hacer público lo ocurrido.
- Racionalización: este es un mecanismo de defensa psicológico que crea escusas aceptables para conductas que producen ansiedad. Al descubrir una situación de ASI en la familia, la persona puede llegar a “justificar” la situación con escusas como, por ejemplo: lo hizo porque estaba borracho/a, el/la niño/a es muy seductor/a y lo estaba buscando, etc.
Además, algunas de las dificultades que pueden llegar a enfrentar los/as integrantes de la familia, con respecto a la sociedad son:
- El rechazo social ante el suceso.
- Enfrentarse a aquellos miembros de la familia que no creen que el abuso ocurrió y que siguen manteniendo relación con el agresor.
- La pérdida de amistades y familiares, entre otros.
Respetar el proceso de sanación y un buen apoyo social, son clave
Dentro del mundo de los ASI, el incesto es uno de los abusos más desconocidos, más tabú, sobre el que más suele costar romper el silencio. Romper el silencio de un incesto puede implicar romper una familia, y sostener las emociones que eso conlleva no es nada fácil. Por eso, hay que poder respetar el proceso de sanación de la persona que ha sufrido incesto, ya que cada proceso es único, y acompañarla en sus tiempos, en sus decisiones… Es por eso que tener un adecuado apoyo social, ante la revelación de un ASI, es un factor determinante para el proceso de recuperación.
Emociones como el miedo, la vergüenza, la culpa, la ira…e incluso el amor, juegan un papel clave que hay que poder desentramar en cada ASI, pero en especial, en el escenario del ASI intrafamiliar. Empezar a arrojar luz es un inicio.
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