Por todo ello, se necesitan acciones como ÂngelBlau que contribuyan a romper el silencio tanto por parte de los pedófilos, como de las víctimas de abuso sexual infantil, dándoles la palabra, ofreciendo un espacio de escucha y comunicación, promoviendo así la no ofensa por parte de las personas pedófilas, como tarea esencial de prevención del abuso sexual infantil.
«Todo abuso sexual es una violación al cuerpo, a los límites y a la confianza. Es una ruptura de los límites personales, emocionales, sexuales y energéticos, que provocan heridas profundas y que dejan cicatrices a nivel físico, emocional, espiritual y psicológico, que producen en las personas una serie de síntomas. Sin embargo, estos síntomas, pueden ser las semillas para iniciar el proceso de recuperación».