Primer aniversario de AIDA, una unidad pionera en el abordaje del abuso sexual infantil
Ahora hace un año de la presentación oficial de AIDA, una unidad creada por la Fundación Concepció Juvanteny y especializada en diagnosticar y reparar a los y las menores víctimas de abusos sexuales.
Abordaje Integral Del Abuso, eso significan las siglas de AIDA. Y la palabra clave es integral, porque esta unidad trabaja con las víctimas directas (los niños y niñas) desde todas las vertientes, y también con sus familiares y demás personas del entorno inmediato. Así, encontramos psicólogos/as, terapeutas familiares, trabajadores/as sociales, profesionales del ámbito sanitario y juristas especializados. Todos/as trabajando de forma conjunta y coordinada.
Los cuatro pilares de AIDA
La Fundación Concepció Juvanteny es una entidad social que tiene como misión la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Creada en el año 2000, la Fundación cuenta con una amplia experiencia en el ámbito de la defensa de los derechos infantiles. Con cerca de 20 años trabajando para atender las necesidades de los/as menores en situación de riesgo de exclusión social, fueron pioneros en detectar que el abordaje de los abusos requería una estrategia absolutamente integral.
«El abuso encarcela tu futuro, AIDA quiere ser la clave de tu libertad”.
Aquí la palabra “integral” no es solamente una palabra. Es la clave. Aparece para poder poner en práctica todo lo que se escribía en papel en la Ley de Garantías de la Infancia aprobada en Julio de 2021 y que AIDA fundamenta en estos cuatro pilares:
- Empoderamiento del niño
El objetivo es reparar, no tratar. Porque el abuso no es una enfermedad que se deba curar, es una agresión. Directa, clara y demoledora. Solamente abordando los casos a partir de esta premisa van a poder evitar revictimizar a los niños y niñas que han sufrido abusos sexuales. Romper tabúes, evitar que la víctima se sienta culpable y enseñar a identificar, rechazar y denunciar posibles situaciones de abuso sexual. A los/as menores que acuden a este servicio se les enseña que la situación que han sufrido no se puede – ni se debe – normalizar, pero sí superar. Se trabaja con ellos/as para que consigan identificar sus emociones, aceptarlas y terminar con los secretos, que son el arma del abusador. Paralelamente, los/as profesionales del servicio visitan centros educativos y entornos infantiles para ofrecer herramientas y formaciones, y detectar posibles abusos. - Tratamiento integral de la víctima y la familia
Sabemos que un porcentaje muy elevado de los casos de abuso sexual infantil tiene lugar en el ámbito intrafamiliar. Cuando esto ocurre, todos los miembros de la familia sufren importantes disfunciones. Desde la unidad AIDA se trabaja con las víctimas y también con sus familiares, para ayudar y reparar a todos ellos/as y para evitar posibles futuros abusos. Se trata de una estrategia de abordaje pionera que incluso llega a incluir, si es posible, al/a la agresor/a en la sesión terapéutica. El principal objetivo es, siempre, desculpabilizar al niño/a, liberarlo de presión y responsabilidad, visibilizar el daño y evitar la revictimización. Es decir: poner palabras, identificar acciones y señalar consecuencias. - Reducción del tiempo de reparación
Evitar los espacios hostiles como son los centros médicos, los hospitales o las comisarías, es importantísimo. Es este sentido, AIDA ofrece un servicio gratuito en todo el ámbito catalán, al que se puede acudir sin denuncia previa, y que garantiza un abordaje rápido, coordinado y eficaz. Un equipo multidisciplinar de profesionales va a conseguir reducir el tiempo de reparación. - Soporte jurídico
Uno de los motivos que influyen en el hecho que una víctima opte por no denunciar su caso es el tener que explicar una y otra vez lo ocurrido. Esto, cuando todavía no se ha reparado el daño, resulta muy difícil llevar a cabo. La unidad AIDA trabaja para minimizar el número de declaraciones que deberá hacer el menor víctima de abuso. Las mismas sesiones terapéuticas ya cuentan con un/a profesional del ámbito jurídico que va a ser capaz de transformar el trabajo que allí se haga en un proceso legal. Además, se trabaja para que el departamento de Justicia permita registrar las declaraciones de los niños y poder, así, presentarlas ya como pruebas preconstituyentes.
Un año en cifras
Partían de una realidad que obligaba a actuar: en nuestro país, 1 de cada 5 niños/as sufre abuso sexual antes de los 17 años. De ellos, el 90% no dirá nada hasta llegar a la edad adulta y más de la mitad jamás recibirá ningún tipo de ayuda.
Casi un 80% de los casos de abuso sexual infantil se producen en el ámbito familiar. Es decir, que este entorno que debería ser seguro, en estos no pocos casos, se convierte en todo lo contrario.
Durante su primer año de vida, la unidad AIDA ha recibido 136 consultas. De éstas, 116 se han convertido en casos atendidos y 36 de ellos ya se han culminado y cerrado. Cerrar no es haber evitado que ocurriera, pero sí que es haber devuelto algo muy valioso a las víctimas, como dice el eslogan, “el abuso encarcela tu futuro, AIDA quiere ser la clave de tu libertad”.
Para más información sobre AIDA, podéis visitar su sitio web.